El día 18 de Diciembre, la noticia de una denuncia al juez del Constitucional fue portada de EL PAIS; el incidente se había producido el día 13 de Julio del mismo año, esto es cinco meses atrás. Desde hacía tiempo, este periódico estaba muy preocupado por el equilibrio de fuerzas en el Constitucional, le dedicó varias portadas y no cesó nunca de descalificar la postura de la oposición, para preservar la resolución -que todavía no se ha producido- sobre el estatuto de Cataluña. El retraso entre la producción de los hechos denunciados y la oportunidad de la portada, es más que evidente.
En otros foros se pedía -como no- la inmediata retirada del magistrado, con el fin de desequilibrar a favor de sus intereses políticos, las resoluciones del alto tribunal:
Algunos comentaristas de SInLaVeniA, incluso llegaron más allá:
Hoy la realidad es bien distinta. Se planteó que el magistrado fuese víctima de una operación orquestada desde los servicios españoles de espionaje para involucrarlo en un proceso judicial y facilitar la retirada del Constitucional de una persona contraria a las tesis del gobierno:
Desde luego que puede ser, como se señala hoy en EL MUNDO un patinazo de la oposición -en caso de que no pueda confirmarlo- pero una evidente infamia para el caso en que se compruebe la veracidad de esta historia. Cuando menos, la mera sospecha de una actuación irregular debería de ser suficiente para invitar a la reflexión a quienes, más arriba, pidieron enfervorizadamente la crucifixión de un personaje público.