Cinco diputados, y España va bien

No tiene desperdicio la declaración de este "señor" dedicado a la política en las provincias vascas:

Nada que objetar a que nuestros dirigentes y servidores públicos se califiquen de cabestros unos a otros; al fin y al cabo la definición de este término es "buey manso" y a los bueyes les falta... bueno, lo que les falta; se conoce que los políticos tampoco los tienen y así nos van las cosas. Otra acepción del término es hombre bruto y torpe, la proximidad de la bestia a la primera de las cualidades tampoco deja en buen lugar a los próceres así calificados y no resulta ejemplar para nadie, qué le vamos a hacer. Si entre líderes se llaman cabestros, ¿qué no va a suceder entre los vecinos del quinto?. Lamentable ejemplo para la sociedad a la que representan.

No es admisible que un partido con cinco diputados, que perdió las elecciones incluso en su comunidad autónoma, tenga las exigencias que pretende y además, insulte a dirigentes de otras formaciones. Va a ser que los españoles, esta vez, sí que acertaron con el voto de castigo a determinadas formaciones nacionalistas ancladas en un pasado decimonónico.

España va bien, pero el Euribor sube, las hipotecas se encarecen y los ciudadanos de a pie se encuentran. No es culpa de este gobierno obviamente, pero sí repercute directamente sobre nuestros bolsillos; así lo publica EL PAIS:

No quiero tener la amargura de decir que el dinero no hace la felicidad, que la compra hecha, pero sí es verdad que una buena parte de nuestro bienestar, pasa por disponer de una cierta cuantía extra para hacer la vida algo más agradable. Que no la tengamos que dejar en la hipoteca. Así sea.