No hace falta ser doctor en leyes o licenciado en política para percatarse de que el "plan Berlusconi" tiene tintes xenófobos y atenta contra la ética elemental, al margen de las leyes, normas o declaraciones de derechos, cuyo estudio corresponderá a los eruditos en la materia.
Pero no es menos cierto que el foro elegido por la Vicepresidenta para manifestar su crítica a la política italiana, no fue el más adecuado precisamente:
Dª María Teresa nos tiene acostumbrados esta última semana, a desafortunadas intervenciones: Una grave, la de ayer tras el Consejo de Ministros que presidió, por criticar inadecuada e innecesariamente a nuestros vecinos; y otra anecdótica, en la que se "horroriza" por retratarse junto a una familia tradicional en un país africano. No se pueden sostener simultáneamente dos varas de medir. Si Berlusconi se "horrorizase" su actitud xenófoba podría estar justificada, y ese es otro motivo para que la Sra. de la Vega se hubiese quedado calladita. Está mucho más guapa.
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