sábado, 16 de febrero de 2008

Viajes por el espacio I (Muy amable colaboración de Roura)


Como han cerrado el garito -por no poderlo atender- en donde montábamos broncas todas las noches -y algunos días- en donde besábamos a todas las chicas guapas que se dejaban -y a las que no-, que como dice el refrán: no hay ninguna mujer fea, por donde mea y en donde incluso, luchamos contra la ley y a veces hasta ganábamos:

http://www.youtube.com/watch?v=2eZfO4qJFBc

Y aprovechando que el Sr. Pumarino tiene un rincón libre en su blog -gracias Alejandro por tu ofrecimiento- y que no es bueno vivir de la nostalgia y que a las penas puñaladas y que hacer el mal es bueno, pero que aquí, el daño será mayor y mejor y como este espacio, es el espacio -natural- para canallas, natos tomen asiento, sean bienvenidos, que se mueran los feos -de espíritu- y comenzamos:

Can Boadas o Boadas a secas. Un local mítico, pequeño y clásico, en pleno corazón de las Ramblas de Barcelona, sus combinados han calmado la sed de los paladares más exigentes de todos aquellos que bebemos sin sed. Y lo llevan haciendo desde 1933.

La decoración del local es clásica, al más puro estilo victoriano ingles, la calidad de sus cócteles, indiscutible y el trato exquisito de sus barmans que siempre dispensan a locales y visitantes, insuperable; ay, esos camareros de antes… ¿Esto, dónde he oído yo eso?

La oferta que nos ofrece Boadas es extensa con cócteles míticos como el dry martín -muy seco, naturalmente- el simple Gin Tonic hecho con la cantidades justas -nunca sobra tónica- o el Boadas -una mezcla de curaçao, bubonnet y ron blanco creado con motivo de la inauguración del local- que aunque no es de mis favoritos en el Boadas hace que el tiempo se pare y nuestros problemas se esfumen.

O dejarse aconsejar por los barmans -para no repetir la copa de siempre- y disfrutar de la sorpresa preparada con el cariño de las cosas hechas con calma y con conocimiento es el único requisito que se nos exige aquí. Para tomar un aperitivo o una copa a media tarde, para empezar una noche o para rematarla, el Boadas es una opción más que recomendable.

Los habituales más veteranos aseguran que cuando el local está vacío es sugestivo -yo jamás lo he visto- y cuando está lleno –es decir siempre – también lo es aun más.

Y como un servidor y su anfitrión nos acordamos de la antigua propietaria del garito -aunque sea para bendecirla- y como dice el refrán de que es de bien nacido ser agradecido y que lo canalla no quita lo caballero -y creo que hablo en nombre de los dos, ¿no te parece Alejandro?- pues le dedicamos esta canción. Hasta la vista.

http://www.youtube.com/watch?v=tWLwopdfeeE

Boadas Cocktail
Bar Tallers, 1 08001
Barcelona
Tel 93 318 88 26


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Roura, recogemos la referencia del Boadas para el próximo viaje a Barcelona. Gracias por esta información.

Anónimo dijo...

Les dejaré más referencias si viajan a Barcelona. Si lo hacen haganlo como catalanes de Gijón.

Alejandro Pumarino dijo...

Roura:
Me encanta la ironía habitual. Y me da la idea de hacer el canalla profesionalmente: Una serie de garitos bien montados. Mañana por la noche, me sacrificaré y tomaré las fotos y las copas, no sea que hable de calidad y me equivoque. La noche no puede confundirnos.