jueves, 7 de febrero de 2008

Con moderación


Hoy reina la ponderación, salvo matices. Efectivamente, no es casual la utilización del término "imposición" para referirse a la propuesta del Sr. Rajoy sobre inmigración; efectivamente, tal parece que el candidato popular gobernará a base de "imposiciones", sin el "talante" que caracteriza a su adversario político, calurosamente defendido desde las páginas de ese periódico.
Uno es parcial, y no puede evitarlo; excelentes fotografías en la portada de EL PAIS, aunque me pregunto porqué el presidente del gobierno ha de reunirse con los representantes del catolicismo y no con los de los musulmantes, por ejemplo. No tengo nada contra la iglesia católica, pero entiendo que las demás merecen, cuando menos, el mismo respeto que la mayoritaria en nuestro país. Y no es éticamente lícito el recurrir al carácter diplomático del nuncio vaticano para justificar la reunión; el reino de Dios no es de este mundo, pero el capital de la iglesia sí, así como las contribuciones que, a través del IRPF, los españoles que lo deseen, pueden hacer a su confesión o creencia.
No debería de ser merecedora de primera plana en EL MUNDO, pero no está mal refrescar la memoria con la actitud que sotuvo el gobierno durante la crisis de Endesa. ¿Tal vez le dio el gobierno escolta al Sr. Pizarro?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Imposición, no de otra manera puede interpretarse el exigir a los inmigrantes que actúen como españoles. Eso, ni los americanos, ni los ingleses, ni los franceses. En este caso el titular del País es correcto. Así de claro. En su afán por ganar las elecciones los políticos dan pena cada día que pasa, primero Zapatero con los 400 euros y ahora éste. Saludos, Pumarino.

Alejandro Pumarino dijo...

Sr. Ricardo:
Las leyes representan todas una imposición. A vd. pueden imponerle determinadas cortapisas a su libertad, por ejemplo, si fueses propietario de un bar con terraza, se le "impone" un número máximo de mesas de la misma, aunque la demanda aconsejase otra cantidad. Otra cosa es la utilización sesgada y partidista del término, como lo hace EL PAIS en su ejercicio habitual de propaganda electoral; le recuerdo que ayer fue noticia de priemra plana la pluma de un periodista extremeño de hace cuatro años. Mire vd.