... aunque no sea en el Corte Inglés. El campo está agostado, se ven cerezos en flor; las heladas y el calor excesivo para esta época del año, confunden a la naturaleza. En Colombres alterna el Archivo Indiano con casas derruidas y establecimientos típicos "made in Spain", como no podía ser de otra manera.
7 comentarios:
Da gusto y un poco de miedo porque casi no ha habido invierno. A ver si la primavera...
No sé si por Cataluña se nota tanto. Aquí parece Agosto, y no hay abundancia de agua; tienes que llegar cerca de los Picos de Europa para recuperar el verde del prado que tenías antes en la costa. Empezamos a parecernos al Mediterráneo, pese al primo de Rajoy, y creo que la situación es reversible y temporal, pues siempre hubo ciclos, pese a Al Gore y su profecía catastrófica.
Perdón, Eusebio soy yo mismo, sin ir más lejos.
la verdad es que se echa de menos el invierno lluvioso de Gijón, que tiempos....Soy un poco melancólico con el tiempo, pero no solo me gusta los días lluviosos, también los soleados, las invernales nieves, etc..Lo que pasa es que mi Gijón siempre fue lluvioso, y es como si Alejandro Pumarino se hiciese votante de Izquierda Unida, me sentíría descolocado, como con el tiempo.
D. Ricardo:
Todo es posible; el año pasado -o el anterior, no recuerdo- hubo un invierno sensiblemente más frío, conservo las fotografías y se las pondré en una nueva entrada; ni lo del primo de Mariano ni lo de Gore, "el primo" (aunque más primos son quienes le pagan el precio por conferencia)
Si aqui pasa como allí, la costa parece la "Playa de los Cristianos" de Tenerife, a partir de Montserrat y hacia el interior esta verde, no ese verde "humedo" pero verde y hemos tenido níscalos -rovellons- pero rumanos y regados con lluvia ácida y agua de Chernobil.
Aqui llueve bastante, no tanto como en Asturies o Galicia pero tenemos bastante agua y este año...
La verdad es que debió hacer mejor tiempo en Cataluña que en Asturias, pero aquí no nos podemos quejar. el cambio climático -por ciclo, que no por contaminación- nos lleva a cierta merma en las precipitaciones en la costa Cantábrica, y eso puede ayudar al turismo. Nadie quiere venir a mojarse, ¿verdad?. Pero sin pasarse...
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