Espacio plural de libertad de expresión y contraste de opiniones
miércoles, 27 de febrero de 2008
Los nacionalismos radicales
Y lo mejor de todo es el eufemismo: "Normalización" lingüística...
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Sr. Pumarino, entienda Ud. que todo es política lenguística. La misma que practican en Cataluña o Galicia. Y en lo que se les deja, también aquí, en Asturias. No vea Ud. lo sucedido en Vitoria con ojos acusadores, proque estaría Ud. condenando a medio mundo.
Sea tolerante, respete y acepte. Es lo mismo que ellos habrán de hacer con Ud.
Sr. Moba: Entre la tolerancia y el pisoteo hay un trecho que es el que no estoy dispuesto a recorrer. Se ha denunciado repetidas veces esta situación, sin que por parte de ningún gobierno -ni PP ni PSOE- se le haya puesto coto, tal vez porque ambos gobernaron en coalición con un nacionalismo mal entendido que busca en las formas una mera razón para su existencia.
Sr. Pumarino, permítame repetirle que todo este tema de la política linguística es cuestión de entender y aceptar. Mire ahí a los gallegos y catalanes, y tan tranquilos todos. ¿Porqué ha de ser diferente cuando la misma cuestión se trata en Euskadi?. Los vascos no han de ser diferentes o tan diferentes. ¿Se imagina que Ud. fuera vasco o hubiera nacido vasco?. ¿Qué diría entonces?. ¿Pensaría lo mismo?. Pues ya ve, todo es cuestión física y ocasional, así que no se rompa la cabeza por no ser lo que no es: VASCO.
Sr. Moba: Ni lo quiero ser. Pero en Asturias, donde en breve será cooficial el bable, podré educar a mis hijos en español o en lo que libremente escoja y no toleraré que se fuerce a firmar a un niño de diez años un compromiso escrito para utilizar preferentemente una de las lenguas oficiales de la comunidad. Eso es lo que no entiende vd., Sr. Moba: La libertad de elección está en la familia del chico, no en los educadores del centro. Esos son los extremistas y radicales.
Desde luego que verdad solo hay una... pero con varias formas de contarla. Cada uno arrima el ascua a su sardina y lee interesadamente los hechos, que son siempre incuestionables. Propongo diferentes opiniones, las más de ellas entre los dos periódicos de más tirada nacional y su diferente forma de enfocar los mismos temas. Y espero la de cada uno que quiera aportar algo más; entre todos podremos enriquecernos un poco. Las fotos son por afición... y aportan un momento de descanso y de relax al resto del texto.
4 comentarios:
Sr. Pumarino, entienda Ud. que todo es política lenguística. La misma que practican en Cataluña o Galicia. Y en lo que se les deja, también aquí, en Asturias. No vea Ud. lo sucedido en Vitoria con ojos acusadores, proque estaría Ud. condenando a medio mundo.
Sea tolerante, respete y acepte. Es lo mismo que ellos habrán de hacer con Ud.
Saludo a su blog. MOBA
Sr. Moba: Entre la tolerancia y el pisoteo hay un trecho que es el que no estoy dispuesto a recorrer. Se ha denunciado repetidas veces esta situación, sin que por parte de ningún gobierno -ni PP ni PSOE- se le haya puesto coto, tal vez porque ambos gobernaron en coalición con un nacionalismo mal entendido que busca en las formas una mera razón para su existencia.
Sr. Pumarino, permítame repetirle que todo este tema de la política linguística es cuestión de entender y aceptar. Mire ahí a los gallegos y catalanes, y tan tranquilos todos. ¿Porqué ha de ser diferente cuando la misma cuestión se trata en Euskadi?. Los vascos no han de ser diferentes o tan diferentes. ¿Se imagina que Ud. fuera vasco o hubiera nacido vasco?. ¿Qué diría entonces?. ¿Pensaría lo mismo?. Pues ya ve, todo es cuestión física y ocasional, así que no se rompa la cabeza por no ser lo que no es: VASCO.
Saludos a su blog. MOBA
Sr. Moba: Ni lo quiero ser. Pero en Asturias, donde en breve será cooficial el bable, podré educar a mis hijos en español o en lo que libremente escoja y no toleraré que se fuerce a firmar a un niño de diez años un compromiso escrito para utilizar preferentemente una de las lenguas oficiales de la comunidad. Eso es lo que no entiende vd., Sr. Moba: La libertad de elección está en la familia del chico, no en los educadores del centro. Esos son los extremistas y radicales.
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